Aunque ahora los cantantes
jóvenes tienen una gran facilidad para ser conocidos internacionalmente casi
sin salir del propio país, debido a la ingente cantidad de medios de difusión
que existen, Internet, DVD, televisiones que se ven en todo el mundo en vivo y
en directo, creo de justicia que hay que hablar de ellos, casi mas que antes,
la tremenda facilidad con la que podemos ver y oír a nuevos artistas, también
hace que la competencia sea mas dura, ya que no hay limites terrenales para la
competencia, antes el cantante que grababa discos se le conocía por las
actuaciones en directo y por lo que grababa, ahora se venden menos discos pero
podemos ver y oír a todos los artistas al instante, desde cualquier parte del
mundo, pero resulta que sigue habiendo casi mas dificultades para desarrollar una carrera de cantante lírico
que antes, porque los artistas jóvenes
siguen dependientes de los agentes artísticos, y estos ahora la gran mayoría no
entienden casi nada de la materia, antes los agentes, la mayoría sabían oír una voz y
darse cuenta si ese cantante tenia o no futuro, ahora hay tantos agentes
como setas, parece muy rentable dicha profesión.
A pesar de mi amor por las voces
del pasado, voy a seguir buscando voces de nuevas generaciones, y gracias a
youtube he podido disfrutar de las voces de dos cantantes que ya están cantando
a nivel internacional, muy merecidamente, el tenor italiano Paolo Fanale y la
soprano georgiana Nino Machaidze: tenor lírico puro, con un repertorio muy
definido, por ahora, porque tiene una voz brillante y llena en el registro
grave y central y una gran facilidad en el agudo, algunos le aconsejan ser mas
belcantista, pero aunque sea un buen consejo su timbre vocal le va a llevar con
el tiempo a ser un tenor mas corpóreo, y
la soprano también tiene un repertorio definido de lírico ligera, en su caso
posee una voz muy llena en el centro y gran facilidad en el registro agudo, y
su voz sin duda alguna evolucionara hacia un repertorio mas dramático como se puede
oír en el final del Romeo y Julieta.
Sigamos disfrutando del placer
que nos depara oír cantar con el corazón amigos míos, hasta la próxima parada.
